Este viernes toda la familia estuvo celebrando la comunión de María, una guapa y sonriente niña que no pudo disfrutar más en un día tan especial para ella.
Para la ocasión, queríamos tener un detalle que pudiera también conservar como recuerdo. Como además queríamos conseguir un resultado delicado, nos lanzamos a practicar el dibujo en acuarela.
El formato que elegimos para presentar las pinturas es un marco múltiple que nos ha dado la facilidad de incluir algunos detalles como su nombre, su retrato o la fecha de la celebración.
La utilización de acuarelas junto con los tonos en pastel y sepia han conseguido una pintura dulce y delicada, muy a juego con el dormitorio de cualquier niña.
María quedó encantada con su dibujo, al igual que su mamá. Seguro que al contemplarlo, nunca olvidará ese día.
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